Vulnerabilidad del régimen penitenciario paraguayo es puesto de manifiesto por criminales del PCC, gran organización transnacional del delito originada en el Brasil.
El enfrentamiento de bandas en la cárcel de San Pedro entre miembros de la organización criminal brasileña Primer Comando Capital (PCC) y el clan Rotela, se cierra hasta el momento con un saldo de 10 muertos, entre decapitados e incinerados. A ello hay que sumarle al menos 14 heridos.
La masacre deja en crisis a todo el sistema penitenciario nacional. A raíz de ello, en el día de ayer se registró un conato de motín en la misma cárcel de Tacumbú.
Hasta el momento, la situación en San Pedro derivó en la destitución de su titular, Wilfrido Quintana, la intervención de esa penitenciaría, así como en la del Director de Establecimientos Penitenciarios del Ministerio de Justicia. Perdió el cargo Blas Martínez y en su reemplazo se designó a Víctor Ramón Servián Ríos.
En conferencia de prensa, el ministro de Justicia, Julio Javier Ríos, aludió a la vulnerabilidad del régimen penitenciario paraguayo, debido, entre otros factores, a la presencia en las cárceles del país de numerosos presos que pertenecen a mafias del narcotráfico.
“Tenemos a miembros de estas facciones en el 90% de las cárceles del país. Tenemos a aproximadamente 400 personas del PCC”, destacó Ríos, al tiempo de informar que la crisis en San Pedro se originó entre facciones que se disputan el control del tráfico de drogas dentro y fuera del penal.
Asimismo, el ministro explicó que otro factor que pudo haber desencadenado la masacre en el penal de San Pedro fue la existencia de “granjas penitenciarias”, espacios de semi-libertad habilitados dentro de las cárceles para reclusos que hayan cumplido el 50% de su condena. Sin embargo, este régimen no estaba legalmente habilitado en San Pedro.
Los reclusos que se beneficiaron con este sistema eran cuatro. Los reclusos no contaban con guardias, ni tampoco con rejas de seguridad. También disfrutaban de un amplio esquema de privilegios, tales como el uso de televisores, heladeras, aires acondicionados y microondas, entre otros tantos electrodomésticos.
El “satisfactorio régimen” existente en las cárceles paraguayas y la facilidad con que las autoridades penitenciarias son corrompidas, es uno de los principales motivos por los cuales los criminales brasileños prefieren cumplir sus condenas en nuestro país y no en el suyo, donde existe un sistema mucho más rígido para tratar a los delincuentes en la prisión.
Foto de portada: ABC Color.
