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viernes, abril 26, 2024

José Asunción Flores: el comunista más temido del dictador Stroessner

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Hace hoy 115 años que nacía uno de los mayores músicos paraguayos de todos los tiempos, creador de la bella y nostálgica Guarania.

José Asunción Flores nació un día como hoy de 1904. En esta fecha hubiera cumplido 115 años. Paradójicamente, el mayor compositor de la historia del Paraguay no podía entrar sino furtivamente en su país.

Su filiación comunista lo volvió una de las figuras públicas más temidas para el dictador Alfredo Stroessner.
Biografías y vidas cuenta una de las razones de este odio visceral. “Su brillante carrera musical tomó un nuevo rumbo en 1954, año en el que, tras concebir el ambicioso proyecto de llevar a cabo una «jerarquización de la guarania» (según sus propias palabras), comenzó a componer obras sinfónicas que estrenó con gran éxito de crítica y público en Buenos Aires y Rosario (Argentina).

“Entretanto, no descuidaba su intensa actividad política, que le volvió a llevar a la Unión Soviética a finales de los años sesenta. Flores aprovechó este viaje para consolidarse como músico en la nación comunista, asumiendo circunstancialmente la dirección de la Orquesta de la Radio y Televisión de Moscú,  grabando y editando algunas de sus obras más representativas, como Ñanderuvusu y María de la Paz”.

Fue combatiente de la Guerra del Chaco, tras lo cual se afilió al Partido Comunista Paraguayo, fundado en 1928. Este motivo lo obligó a marcharse por primera vez del país, a la que pudo volver en un periodo relativamente dilatado durante el gobierno del Cnel. Rafael Franco, quien lo nombró director de la Orquesta Foklórica Guaraní y con un puesto docente en la Escuela de Enseñanza Primaria Musical de Asunción. Pero el golpe que derrocó a Franco volvió a obligar a Flores a partir asilado a la capital argentina.

“Paradójicamente, mientras cosechaba el éxito internacional, se veía silenciado como artista en su propio país. Algunas de las grabaciones soviéticas de Flores tuvieron que entrar de forma clandestina al Paraguay, donde Flores estaba proscrito por el Gobierno del dictador Alfredo Stroessner”, destaca la página aludida.

La oscura noche stronista le impidió volver al país. Como tantos paraguayos víctimas del autoritarismo, la intolerancia y el discurso único, murió en la capital argentina en 1972. Recién en 1991, dos años después del derrocamiento del tirano, sus restos fueron trasladados a Asunción.

En la actualidad, la nueva Costanera de Asunción lleva su nombre. La historia de Flores puede servir para demostrar a los paraguayos cómo la democracia es un bien que nos permite valorar a los genios compatriotas más allá de sus convicciones e ideologías personales.

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