El Banco Central informó que el dinero que los paraguayos envían desde el otros países de América Latina aumentó en los últimos dos años un 85,2%, salvo por Argentina, que disminuyó un 45,8% por la fuerte devaluación que sufrió ese país.
Argentina vive un proceso devaluatorio e inflacionario desde hace más de una década, pero el mismo se agravó a partir de 2017, cuando ese país debió solicitar ayuda financiera del Fondo Monetario Internacional (FMI).
La vida cotidiana de los que allí viven se ve trastornada por la falta de referencia y previsión en relación a los precios y por la degradación de la moneda argentina, sumado a las crecientes restricciones para la compra de dólares y de otras monedas extranjeras.
Esta difícil situación afecta también a los más de 500.000 paraguayos que residen en Argentina (en su mayoría, en la Provincia de Buenos Aires), quienes ven cada vez más difícil la práctica habitual de envío de dinero para ayudar a sus familias en Paraguay.
Si bien Argentina continúa teniendo el primer puesto en origen de remesas hacia el Paraguay, la realidad es que la suma de dinero proveniente de allí disminuyó desde 2017 en un 46%.
Por el contrario, las remesas que tienen como origen otros países de la región aumentaron un 85%, y en el caso de Brasil, el aumentó fue de un 148%.
La crisis argentina también afectó a nuestro país y a los países vecinos en lo que concierne al comercio, puesto que los argentinos disminuyeron la compra de productos de origen extranjero.
