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viernes, mayo 3, 2024

Grandes medios de comunicación se lamentan ante posible eliminación de publicidad estatal

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Exigen recortar salarios, subsidios a los partidos políticos y otros gastos superfluos. Sin embargo pretenden que el Estado continúe “invirtiendo” millones de dólares en publicidad. Piden ser el único sector que no sufra recortes.

Diversas reacciones se siguen generando desde que se dio media sanción en el Senado, a la denominada “Ley Godoy”, de dudosa constitucionalidad.

Los grandes medios de comunicación empezaron festejando el posible cercenamiento de uno de los derechos laborales de los funcionarios públicos, que es el salario, además de otras medidas de “austeridad” planteadas a través del proyecto.

Estos medios de comunicación, a través de sus periodistas y sus periódicos, tampoco escatiman esfuerzos en criticar los subsidios a los partidos políticos, que representan la columna vertebral de un sistema democrático, e incluso tienen un importante papel según nuestra propia Constitución Nacional.

Pero resulta que el proyecto de ley también impone la prohibición al Estado de contratar publicidad en medios privados de comunicación. Las letanías de los dueños de los medios no se hicieron esperar. Editoriales, solicitadas, notas periodísticas y páginas enteras dedicadas a pedir que el único sector que no sea afectado por el recorte sea el de los medios. Se amparan incluso en derechos constitucionales, alegando que sin la publicidad estatal el pueblo no tendrá información veraz.

Para los grandes grupos económicos son inmorales los salarios públicos, los subsidios a los partidos políticos, pero no así los millones de dólares al año que el Estado “invierte” en publicidad en los medios de comunicación privados.

Si es “inmoral” que existan privilegios en el sector público, es doblemente inmoral callar ante los recortes a derechos laborales garantizados por la Constitución Nacional; es doblemente inmoral pedir la eliminación de los subsidios del Estado a los partidos políticos entregando en bandeja estas organizaciones a poderes fácticos, que con dinero sucio llegarán al Gobierno en mayor cantidad; es doblemente inmoral pedir recortes en todos los sectores, mientras utilizan los medios hegemónicos de comunicación para chantajear políticos, pidiendo ser los únicos beneficiados con dinero público que se saca a los demás.

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