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miércoles, abril 24, 2024

Está detrás de la cuenta de Twitter más importante de atletismo y nadie sabía que vive en la indigencia

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La historia de Joaquín Carmona es tan increíble como conmovedora: es español y lleva adelante la cuenta de Twitter más importante sobre atletismo en castellano, pero lo hace utilizando instalaciones públicas, pues vive en la calle. Con el cierre de bibliotecas en España, tuvo que abandonar su actividad.

 

«No todo lo que brilla es oro» reza el popular dicho, pero muchas veces lo olvidamos, sobre todo en las redes sociales donde la mayoría de los «influencers» venden lujo, bienestar y ocio. La realidad es que en internet circula todo tipo de información y es el medio más democrático, pero depende de que sus usuarios puedan acceder a la tecnología necesaria para su funcionamiento, y esto no siempre es posible, por eso los gobiernos deben proporcionar estos recursos a sus ciudadanos más vulnerables.

La historia de Joaquín Carmona (@Jokin4318) da cuenta de las potencialidades de la web y de la gran importancia del rol del Estado como igualador de oportunidades. Se trata del twittero más importante sobre atletismo en Español. Proporciona información sobre el tema a más de 20 mil seguidores, que lo leen y lo respetan como una referencia de ese deporte.

Sus posteos en la red social del pajarito tenían una frecuencia prácticamente diaria, periodistas especializados lo tomaban como fuente en sus trabajos. Sin embargo, de manera intempestiva dejó de tiwttear cuando la pandemia de COVID-19 llegó a España. Sus últimas intervenciones fueron el 18 de marzo.

Muchos especularon con que Carmona se había infectado con el nuevo coronavirus, pero la realidad es casi nadie sabía quién era él en realidad. Frecuentaban sus redes sociales constantemente pero para nutrirse de su rol de comunicador, nunca de manera extraprofesional. Por eso era difícil poder contactarlo y saber por qué había cesado su actividad en Twitter.

Hasta que un periodista dio por fin con él en un parque de Madrid: descubrió que allí vivía. Su actividad informativa había cesado porque la desarrollaba en las bibliotecas públicas de la capital Española que, con la cuarentena total, habían cerrado sus puertas, impidiendo que Joaquín Carmona pueda utilizar wifi (internet inalámbrico) en las instalaciones y cargar la batería de su computadora.

El periodista que lo encontró, Alfredo Varona, publicó una crónica con todo lo que había sucedido y, en seguida, comenzaron a llover ayudas económicas para Carmona, quien a través de un video, agradeció a todos por el apoyo y la preocupación.

Este caso muestra que hay mucha gente con mucho talento que, si tuvieran las posibilidades económicas mínimas que se requieren, podrían desplegarlo, produciendo tanto un beneficio personal como comunitario. Los Estados pueden hacer mucho por ellos y no se necesita mucho -en este caso bastaba con una biblioteca pública- solo se necesita la voluntad de hacer justicia social, de apoyar a cada cual según su necesidad.

La historia la hizo pública a través de un hilo de Twitter el usuario Julián Iglesias:

Foto: Twitter

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