En este envío, Paranaländer pone en paralelo la vida de cuatro figuras «pseudo apocalípticas» de origen cordobés: Barón Biza, Bonino, Ducasse y Del Barco.
Por: Paranaländer
Barón Biza, Stirner usa ácido. Bonino, pizzas del Di Tella. Del Barco, Artaud en la guerrilla. Ducasse, el poeta de familia cordobesa que deseaba que el mundo fuera un gran ano. Sorry Lugones…te dejé fuera, de esta arbitraria relación entre Córdoba y 4 figuras seudo apocalípticas relacionadas con la city alienígena, porque en realidad eras más un centauro ululando poemas (quien inventó el ataúd sónico y el chingolo fascinado por el resplandor supernova de lo humano), también suicida como Bonino y Barón Biza.
Jorge Bonino (1935-1990), performer oral o mimo sonoro. «Alguna gente –dice Bonino- me había criticado que yo tenía miedo de hablar normalmente en castellano al usar aquel lenguaje inentendible. Entonces me dije: voy a poner una obra en la que hable todo el tiempo normalmente, pero que en el fondo no diga nada».
La familia de Bonino era evangelista. Según los recuerdos de Laura Clarc (amiga de la infancia), asistían con Jorge a la comunidad evangélica de Villa María a una serie de largas conferencias de un grupo de pastores misioneros que predicaban sus sermones en una suerte de spanglish. Al terminar estas conferencias, se armaban unas especies de fiestas, donde Bonino aprovechaba a parodiar a los pastores solo en su fonética para hacer reír a sus pares.
La Galería Bonino (de Alfredo) de Bayres, sin embargo, tiene más fama que Jorge.
Aquí se puede oír su receta de pizza: https://youtu.be/a4wcHl1HDk0
Internado en el Hospital Neuropsiquiátrico Dr. Emilio Vidal Abal de la localidad cordobesa de Oliva, allí fallece el 17 de abril de 1990, arrojándose por el hueco de una escalera. “Se mató intentando suicidarse”.
Isidore Lucien Ducasse (1846-1870), poeta nacido en Montevideo descubierto en París por Bloy con el alias de Conde Lautréamont. Panmaldito, conocido en la historia de la poesía como el creador de Los cantos de Maldoror (¡del catingudo?), de innegable vis cómica cuando pide que el universo se reduzca a un gran ano para romperlo con sodosadismo…amoris impulsio, culpae justificatio.
Dice la leyenda, o Enrique Pichon–Rivière en el libro Psicoanálisis del Conde de Lautréamont (1949-1992), que Isidore visitaba a su familia cordobesa, la del tío Ducasse el molinero (en 1946 aún se podía abrir un cofre de François, el padre del poeta) y en una de esas les leyó, en la casona de la calle Castro Barros al 114, el capítulo del universo vuelto ano, y ese original fue quemado en la iglesia de Santo Domingo por el horror ante la poesía por la encopetada y devota familia. Hoy perpetúa ese mito el barrio Ducasse y un taller de motos sin referencia histórica alguna.
Raúl Barón Biza (1899-1964), “izquierdista, financista de revoluciones, editor de periódicos” dice Ferrar en su biografía Barón Biza, el inmoralista, lector de Stirner, duelista, autor de libros horrorosos para la época como El derecho de matar (de 1933, parodia de los derechos del hombre, en la línea del yerno de Marx, Lafargue, El derecho a la pereza, escrita en la cárcel donde recaló por motivos políticos, y censurada por el gobierno de Justo, enviada al Vaticano), hizo uso pionero del ácido para desfigurar a su esposa (Clotilde Sabattini, dirigente feminista de la UCR, también suicida) y luego suicidarse (Esta parte es narrada en la novela de su hijo Jorge, también suicida, El desierto y su semilla). El rostro desfigurado de la dama me lleva a la esposa de Natalicio, Lidia Frutos (La dama del velo negro, casi un personaje de Hawthorne). Su cuerpo reposa debajo de un olivo, a pocos metros del obelisco que erigiera en honor de Myriam Stefford, su primera esposa, actriz de cine y aviadora.
Oscar del Barco (1928), poeta, editor de Artaud (Ediciones Caldén 1972), director de Pasado y Presente, pintor, polemista de las guerrillas (“No matarás”, donde le echa en cara a Gelman que es un asesino), freudiano, marxista, expulsado del Partido Comunista Argentino, exiliado en México (Puebla, donde dio su célebre seminario sobre El capital, en el cual convirtió a Marx en Nietzsche), antileninista en la revista Machete, revista del partido comunista mexicano, que ilustró su panfleto con un Lenin con cuernitos, ensayista inclasificable (uno de los mejores junto con Murena), filósofo apocalíptico o religioso. Aún vivito y coleando.
