Después de un mes de espera el niño fue sometido a la delicada intervención quirúrgica. De acuerdo al reporte médico, el paciente se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos, estable y en proceso de destete del respirador.
La noticia de la existencia de un donante, durante la tarde del 16 de septiembre movilizó al equipo de salud, que se encargó de los estudios y análisis pertinentes requeridos, sumado el test para COVID-19 a esta nueva experiencia.
Cerca de las 21:00, ingresaban a quirófano de cardiología, cirujanos, cardiólogos, anestesiólogos, perfusionistas, enfermeras y personal de apoyo, para dar inicio al segundo trasplante del año en el Hospital General Pediátrico “Niños de Acosta Ñu”.
De acuerdo a lo publicado por el Ministerio de Salud, el niño sufría una cardiopatía congénita compleja. Había llegado a la Urgencia del hospital hace un par de meses, con una insuficiencia cardiaca severa.
Luego de realizarle los estudios de rigor, lo pasaron a UCIC, los médicos lograron estabilizarlo, pero la medicación no dio los resultados esperados. Por ello, tras una junta, solicitaron el ingreso del nombre del niño a la lista del Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT). Tras un mes de espera, se pudo concretar con éxito la cirugía.
Según el reporte médico, el paciente se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos, estable, en proceso de destete del respirador. Recibe medicación cardiológica y anti rechazo.
Se trata del segundo trasplante llevado a cabo en el Pediátrico durante la cuarentena por COVID-19 y es 13° efectuado desde el 2012.
