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miércoles, abril 24, 2024

Las cartas de amor de una grulla llamada Rosa de Luxemburgo

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Paranaländer hoy reseña las cartas de amor de Rosa de Luxemburgo, revolucionaria, fundadora de la Liga de Spartacus luego convertida en Partido Comunista Alemán.

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Siempre me intrigó si los revolucionarios, que se desgastan vida y pesares carburando todo el tiempo bombas, planes de subversión y revuelta, destrucción, esa soberbia insufrible de pretender “cambiar el mundo”, de demoler demoler demoler, como dice la canción de Los saicos, actitud destructiva que si atrae, pero, al punto, lo que me intrigaba de esta fauna tan especial, es si por ejemplo también quedaban, como cualquier hijo de vecino, conmovidos por el amor, esa afección tan endémica y universal incluso más que cualquier llama revolucionaria…

Bueno acá ha caído en mis manos un e-book llamado “Cartas de amor de Rosa de Luxemburgo” (Zamosc, Rutenia, 1870 – Berlín, 1919). Por medio de ellas sabemos que lisus escritores preferidos eran alemanes, Goethe, Mörike, Hauptmann (autor a quien recomienda a uno de sus cuatro amores con quien se cartea, desde la cárcel -ella asidua de cárceles de toda laya y color, cárceles de mujeres o no como Zwickau, Barnimstrasse, Alexanderplatz: “Mi estadía de un mes y medio allí, me dejó canas y debilitó mis nervios”).

No gusta del panfleto (Rolland) sino del arte verdadero. También sabemos que escribía poemas, que gustaba de llenar de diminutivos cariñosos a sus amores (Dziodziuka, Dziodzio, Ciucia, Dudu, Niuniu, Juju, Jujuka, Hänschen), que dos de los cuatro son mucho más jóvenes que ella (Leo Jogiches, Hans Diefenbach).

Leo Jogiches

Con uno sueña una vida burguesa, de vida casera, hijos incluso, además de gatos, visitas a museos y ópera, armar una biblioteca… Que pintaba, le gustaba el arte, que dibujó a uno de sus amantes, Kostia Zetkin… El cuarto fue su abogado, Paul Levi. Que le gustan las abejas y los pájaros, el petirrojo antes que el ruiseñor, el mirlo, metáfora de las cartas, la grulla que sirve de taxi de pájaros más pequeños para migrar en busca de mejor clima y nutrientes. Que se envaneció cuando intentaron un trueque entre ella y un mariscal de campo. El tenor erótico  de las cartas es leve, pudoroso, solo una vez alcanza una cota realmente sexual: cuando enfatiza que el primero del mes la criada o pariente de visita viajará y podrán estar solos los dos (para copular como bestias suponemos, o, al menos, como combatientes furibundos). Que maneja la estrategia de “la fuerza en el sexo femenino cuando se muestran débiles”. Que en los últimos años brota en ella una especie de sabiduría perenne no revolucionaria, tristona, cuando suelta eso de “nosotros no sabemos nada”. O ruega a un camarada que deje su obsesión revolucionaria en huelga y vaya al lado de su padre cercano a la muerte. Situación que ella arrepentida lamenta no haber cumplido con su padre. “Yo no tuve la dicha de haber podido hacerlo con mis padres. Tenía que liquidar permanentemente asuntos urgentes para la humanidad y hacer feliz al mundo. Recibí la noticia de la muerte de mi padre en Berlín y al regresar del Congreso Internacional de París, donde me trencé con Jaurès”.

Kostia Zetkin

Una muy bella imagen final de ella, es la de la grulla gran madre de la época de migración, grulla ya sacra en la Grecia fantástica de Robert Graves, ave casi mitológica con la que súbitamente se identifica.  Grulla heroína del cuento hermoso que es la vida.

“¿Sabe Vd. que en tales excursiones otoñales muy a menudo aves de rapiña —gavilanes, halcones y milanos— vuelan junto a pequeñas aves canoras, que en general engullen y conciertan una especie de tregua? Cuando leo estas cosas, me conmuevo y me causa alegría de vivir, de manera tal que incluso considero a Breslau, una localidad en la cual la gente puede vivir. No sé por qué esto me influye tanto. Quizás porque me recuerda nuevamente que la vida es un cuento hermoso”.

Rosa no nació en Luxemburgo sino en Rutenia, hoy desaparecida, Celan le dedicó un poema, era hija de un judío polaco dedicado al comercio. Doctorada, poliglota (hablaba 11 idiomas), dirigente socialdemócrata. Contrajo matrimonio en 1895 con Gustav Lübeck para conseguir la nacionalidad alemana y a quien no envía ninguna carta de amor. Junto al político alemán Karl Liebknecht, fundó la liga de Spartacus, que más adelante se convertiría en el Partido Comunista Alemán. Publicó La acumulación del capital de 1913. Crítica de Marx y de Lenin. coedita Bandera Roja, el periódico de la liga de Spartacus, con Karl Liebknecht. En los últimos días del año 1918, participa en la fundación del Partido Comunista Alemán, KPD. El 15 de enero 1919, Rosa Luxemburgo y su coideario Karl Liebknecht son asesinados en Berlín por los soldados que reprimen el levantamiento espartaquista.

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