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martes, marzo 19, 2024

“Hablando una lengua eólica”

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Paranaländer reseña el número 3 de Conséquence (diciembre de 2019), donde se publicaron poemas de la escritora Montserrat Álvarez, traducidos por los directores de la revista cultural francesa.

Llegó a mis manos un ejemplar de la revista Conséquence 3, de la lengua extranjera, aparecida en París en diciembre del 2019. Cuesta 20 euros según la solapa trasera.

Sus directores son Víctor Martínez y Paul Laborde (psyconauta, poeta, traductor, miembro de la asociación Altruisme Efficace France y de la Societé Psychédelique Française).

Trae textos de André du Bouchet (1924-2001), traductor de Celan y Joyce. De Inka Diaghileva (1966-1991), poeta punk y compositora de canciones rusa nacida en Novossibirsk. Se movió en el entorno del Alexandre Bachlatchev, uno de los representantes del underground de Leningrado suicidado en 1988 y fue compañero de aventuras del controvertido Egor Letov, icono punk soviético. Su primer álbum es de 1988 (No autorizado). Muere en extrañas circunstancias el 9 de mayo de 1991, no se sabe si se suicidó o fue asesinada y arrojada al río Inia. “Quizá la piedra se transformará en agua de manantial” dice en un poema de 1987.

Aquí un documental que perfila la escena punk soviética:

https://www.youtube.com/watch?v=LS-PyXXvA7E

De Christine Lavant (1915-1973), poeta austriaca. “La memoria de mi corazón es una rueda giratoria”, dice en un poema extractado de Pájaro-sol. De Leopoldo María Panero un texto en prosa titulado “Donde muere un hombre, las águilas se reúnen”. De Dolores Dorantes, poeta mexicana de ascendencia indígena y africana, exiliada política en USA. De Jan Zábrana (1931-1984), poeta checo que publicó 3 libros en vida y otro póstumo: “El muro de recuerdos”, traducido por Petr Zavadil, quien también realiza el descubrimiento para la revista de Montserrat Álvarez, traducida por los directores de Conséquence. Los poemas incluidos son: Argos, La esfinge, La metamorfosis, Icaro, Z, Lo que no se dijo, La verdad, Los que van a la guerra, Nosotros los hedonistas, Peter Punk, El águila, Caín arrepentido, Electroshock, Esta alegre noche del Apocalipsis, A Lima, Ella ve más lejos, Insolidaridad y Extranjera.

Veamos como suena Peter Punk en franxute:

Peter Punk t’attend au tournant d’une rue

-dans n’importe quelle rue, ce soir même-

pour te montrer son membre en riant aux éclats

et un éclat de joiussance s’évanouit dans son cerveau

Il n’a ni avenir ni contraintes

il jouit seulement et s’abandonne dans les bras de sa mère,

cette grande prostituée qu’est la ville de Lima

Elle le foule aux pieds avec le plus grand mépris

Mais il continue pendu à son sein flasque

Il la hait et l’aime et la cherche dans son passé,

Où il n’a ni avenir ni contraites

(il y a plus de trente ans qu’il n’a rien

de tout cela)

Je le connais bien, toi aussi tu el connais

il se nourrit  du poison que les rues lui offrent

et ensuite il le vomit et il blasphème et maudit

Mère, tu as beaucoup aimé ce pauvre et faible fils,

tu l’as trop aimé, le plus faible de tous,

qui attendit une nuit ton retour à l’angle

d’une rue avec son couteau implacable

et il le planta dans ton corps avec rancoeur et haine

Il le planta trois dans ton sang pâle ,

avec haine et avec amor, riant aux éclats

-oh plaisir infini-. Prions pour son âme.

Versión original en español:

Peter Punk te espera detrás de las esquinas

–en cualquier esquina, esta misma noche–

para mostrarte su miembro mientras ríe a carcajadas

y un relámpago de gozo se desmaya en su cerebro

Él no tiene futuro ni responsabilidades

sólo goza y se abandona en los brazos de su madre,

esta gran prostituta que es la ciudad de Lima

Ella lo pisotea con el mayor desprecio

pero él sigue aferrado a su fláccido seno

Él la odia y la ama y la busca en su pasado,

donde no tiene futuro ni responsabilidades

(hace ya más de treinta años que no tiene nada de eso)

Yo lo conozco bien, tú también lo conoces

se nutre del veneno que las calles le ofrecen

y luego lo vomita y blasfema y maldice

Madre, tú amaste mucho a este pobre hijo débil,

lo amaste demasiado, al más débil de todos,

que una noche esperó tu regreso detrás

de aquella esquina con su chaveta implacable

y la clavó en tu cuerpo con rencor y con odio

La clavó trece veces en tu pálida sangre,

con odio y con amor, riendo a carcajadas

–oh placer infinito–. Recemos por su alma.

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