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viernes, mayo 3, 2024

Muere Maradona, el máximo ídolo popular argentino, a los 60 años

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El mundo entero está en duelo: considerado el mejor jugador de fútbol de todos los tiempos, Diego Armando Maradona falleció este 25 de noviembre cerca del mediodía, en su casa, por causa de un paro cardiorrespiratorio. El Trueno repasa su vida, atravesada por la gloria profesional y los infiernos personales.

Diego Armando Maradona nació el 30 de octubre de 1960 en Lanús (Provincia de Buenos Aires), en el Hospital Eva Perón, un nombre que llevan muchos nosocomios argentinos pero que, en este caso, quiso la casualidad que el destino de Evita y Maradona estuvieran entrelazados: del lado de las causas populares, junto a los más humildes, irreverentes, polémicos y desde mucho antes de sus fallecimientos, convertidos en mitos.

Diego Maradona, una promesa del fútbol desde su infancia

Se crió en Villa Fiorito, un barrio popular lleno de carencias y donde había “potreros” (baldíos donde los niños suelen armar canchas de fútbol precarias) en los que Diego comenzó a demostrar que era un distinto. Diego fue el quinto de los ocho hijos del matrimonio de Don Diego Maradona y su señora la “Tota”, un matrimonio humilde que, en sus 60 años de vida, fue el orgullo y el modelo a seguir del ídolo.

Maradona con sus padres, «Don Diego» y «la Tota»

A sus 10 años, un representante de Argentinos Juniors, un equipo del barrio porteño de La Parternal, descubre su talento y lo lleva a jugar en “los cebollitas”, el team de las inferiores del club. En esos años, fue entrevistado por la televisión y un video registró sus dos sueños: “primero jugar un mundial y segundo, salir campeón”. Quizás esto fue una profecía autocumplida, un presagio o, tal vez, una mera casualidad, pero lo cierto es que los cumpliría y no solo tocaría el cielo con las manos en 1986 sino que “regó de gloria” el suelo argentino, como cantó el “Potro” Rodrigo Bueno.

Unos pocos días antes de cumplir sus 16, Maradona debuta en primera división, todavía jugando en Argentinos Jrs. En 166 partidos, logró concretar 115 goles y ya era la gran promesa del fútbol de su país.

Debut de Diego en Argentinos Jrs.

En 1981 fue transferido a Boca Juniors, el equipo de sus amores, donde juega dos campeonatos y logra una copa. Al año siguiente, Barcelona lo compra y por primera vez juega en Europa. Allí, la suerte no lo acompañó, sufrió una hepatitis y luego una lesión de tobillo grave. Pero lo más desafortunado para su vida fue que en Cataluña conoció la cocaína y allí germinó el infierno que enfrentaría “el Diego” toda su vida.

Luego de 2 años, Maradona es vendido al Napoli, un equipo «chico» de la liga italiana el cual, gracias al dinero de la mafia, disponía de recursos para poder comprar al “pibe de oro”. Allí jugará 7 años, los mejores de su carrera, pero comenzará a tejer relaciones que conformarán un “entorno” que -dicen los expertos- fue nefasto para su vida.

Si bien Diego se casó con su novia de la adolescencia, Claudia Villafañe -con quien tuvo 2 hijas, Dalma y Gianinna- su vida social dio un giro de 180 grados en el sur de Italia, cuando contrató a Guillermo Coppola como su nuevo mánager y comenzó a llevar una vida digna de una superestrella, rodeado de aduladores y excesos. En 1986 nacerá su primer hijo extramatrimonial entre varios, a los cuales solo reconoció recientemente.

Diego Maradona, Claudia Villafañe y sus dos hijas, Dalma y Gianinna

Gracias a Diego, el Nápoles se convierte en una máquina de ganar: dos campeonatos locales, una UEFA, una copa de Italia y una Supercopa. El equipo pobre del sur italiano se empieza a sentar a la mesa con los más grandes del norte (Milan, Inter, Juventus, entre otros) y los napolitanos se reflejan en el jugador de orígenes humildes que vence todas las adversidades.

Diego vistiendo la camiseta del Napoli

Al día de hoy, Maradona es su ídolo máximo y la noticia de su muerte pegó tan fuerte como en las calles argentinas. Al conocer la noticia, el club tuiteó: “Todos esperan nuestras palabras. Pero ¿qué palabras podemos usar para un dolor como el que estamos experimentando? Ahora es el momento de las lágrimas. Luego vendrá el momento de las palabras.”

A nivel planetario, la verdadera gloria la consigue en México 1986, logrando la copa del mundo casi en soledad, con un equipo argentino en el que nadie confiaba.

Argentina campeón del mundial de México ’86

Los cuartos de final contra Inglaterra fueron apoteósicos, cuando Diego marca, quizás, el mejor gol de la historia de los mundiales y con “la mano de Dios” consagra la victoria albiceleste.

 La mano de D10S

Ese partido no solo fue el pase de Argentina a semifinales, sino que fue una especie de reivindicación, luego de la guerra de Malvinas en 1982.

La final contra Alemania, en el Estadio Azteca, corona a Diego Armando Maradona como el mejor jugar de fútbol, título que -según sus fanáticos- conserva aun hoy, no siendo jamás superado por nadie. Maradona les entregó a los argentinos su segundo título mundial y llevó los colores de su bandera a lo más alto.

En 1990, se repite la misma final, pero esta vez de manera amarga: Alemania venció y las lágrimas de Maradona fueron las lágrimas de todo su país. Italia fue el escenario y le tocó a la albiceleste enfrentar al local en semifinales, en el estadio más importante de Nápoles, el San Paolo. Argentinos e italianos empataron 1-1 y fue el gol de Diego, en penales, el que marcó el pase a la final. Cuentan las crónicas del partido que los napolitanos gritaron el penal de Maradona como si fuera propio.

Argentina perdió la final del mundial de Italia ’90

Algunos meses más tarde, un doping resulta positivo -por cocaína- en un control de rutina, determinando una suspensión de 15 meses y su alejamiento del Nápoli, hecho que marca el comienzo del declive de su carrera. Volverá a jugar en el Sevilla, donde dirigía Carlos Bilardo, técnico campeón de 1986. Un año más tarde, en Buenos Aires, el 10 es detenido por posesión de drogas. El momento más difícil fue en Estados Unidos 1994, cuando luego de 2 grandes partidos en fase de grupos, se detecta efedrina en el test anti-doping del capitán argentino, y lo expulsan del torneo. Sin embargo, esta vez, la culpa fue del preparado físico, quien le dio un complemento que contenía la sustancia efedrina, prohibida por la FIFA y le “cortó las piernas”.

https://www.youtube.com/watch?v=dxERnRZmiMc

Volvió a jugar en su país, primero en Newell’s Old Boys y después, de vuelta en Boca, donde a los 37 años, un 25 de octubre de 1997, juega su último partido de fútbol profesional, ganando el clásico contra River Plate. En 2001, los xeneizes le organizan un partido homenaje para celebrar formalmente su retiro.

En el 2000 comienza su deriva personal: durante el verano, en Punta del Este estuvo internado dos semanas, al borde de la muerte. Su recuperación milagrosa parecía una ley universal, porque durante los 20 años que le quedaban de vida estuvo a punto de morir varias veces, levantándose una y otra vez.

Desde 2000 hasta 2005 estuvo viviendo en Cuba, para realizar un tratamiento de rehabilitación por su adicción a las drogas. Su amistad con Fidel Castro marca un nuevo episodio en su historia, en donde comienza a acercarse a líderes de izquierda como Hugo Chávez, los Kirchner y Evo Morales, quien tras su muerte declaró que perdió a “un hermano”. Siempre polémico, Diego apoyó muchas causas populares, como la lucha de las abuelas de Plaza de Mayo. Repudió al Vaticano por su opulencia (llegó a llamar “hijo de puta” al Papa Juan Pablo II), al imperialismo estadounidense y, últimamente, rechazó al gobierno de Macri, por aplicar políticas de ajuste, mostrando su apoyo al actual presidente argentino, Alberto Fernández.

En 2003, después de casi dos décadas juntos, Claudia Villafañe le pidió el divorcio. En 2005, Diego se realiza una cirugía bariátrica para tratar su obesidad y en agosto de ese año, Maradona se vuelve una estrella de televisión, como conductor del programa “La noche del 10”, donde en el prime time de canal 13 argentino, presentó 13 emisiones donde, además de repasar su carrera, entrevistó figuras de renombre mundial, como Mirtha Legrand, Chespirito y hasta Pelé. Participó en “Bailando con las estrellas” en Italia y luego comenzó una carrera como comentarista de fútbol, primero en España y luego con la cadena rusa RT y la venezolana Telesur.

En 2007 fue hospitalizado por exceso de alcohol, recuperándose milagrosamente una vez más. Un año después, fue nombrado técnico de la selección de fútbol de Argentina, logrando la clasificación en 2009 al mundial de Sudáfrica, donde Argentina pierde en cuartos. Luego, pasó por la dirección técnica de clubes en Dubái, Bielorrusia, México y, finalmente, en Gimnasia y Esgrima de La Plata, donde se desempeñó hasta su deceso.

El 30 de octubre, en medio de la pandemia, celebró su cumpleaños número 60, en soledad, pero con saludos que le llegaron desde todo el mundo. Se lo veía desmejorado y declaró estar triste por no poder compartir sus días con sus padres, ya fallecidos. El 3 de noviembre de 2020 fue sometido de urgencia a una operación de cerebro por un hematoma subdural, logrando el alta el día 11. Su rehabilitación la realizaba en su casa, en un barrio privado de la Provincia de Buenos Aires. No se sabía mucho de su día a día, pero sus hijas Dalma y Gianinna denunciaron que no estaba bien cuidado.

Lastimosamente, el mediodía del 25 de noviembre, quien era una leyenda en vida se volvió una leyenda eterna. Murió en su casa, de un paro cardiorrespiratorio. La noticia ocupa desde ese momento los titulares de los medios más importantes del mundo y el duelo es planetario. El presidente Alberto Fernández declaró tres días de duelo nacional y puso la Casa Rosada a disposición de la familia para realizar un funeral de Estado.

Qué en paz descanses, Diego Armando Maradona (1970-2020).

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